Meditate Like Christ

Author
Krishna Das
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Image of the WeekMEDITA COMO CRISTO

Un día un hombre de nacionalidad canadiense apareció para conocer a Neem Karoli Baba (Maharaj-ji). Al parecer algo había oído hablar de él, pero no sabía mucho más, pues Maharaj-ji no era alguien que diera conferencias ni que impartiera enseñanzas de manera formal. No escribía libros, y hasta donde yo sé, tampoco se dedicaba expresamente a iniciar a la gente. Lo que simplemente hacía era emitir una luz equiparable a la del sol. Las flores no necesitan de ningún manual para saber cómo florecer al sol, así que cuando Maharaj-ji le preguntó a este hombre la razón de su visita, éste no supo muy bien qué responder. Finalmente dijo: “¿Me puedes enseñar a meditar?”

La respuesta de Maharaj-ji fue: “Medita como hacía Cristo. Adelante. Siéntate al fondo del templo con los demás occidentales.”

Cuando el hombre vino a la parte de atrás, le preguntamos qué tal le había ido en su encuentro con el santo. Él nos contó que Maharaj-ji le había sugerido que meditara como Cristo. Al principio esa respuesta nos sorprendió. “¿Cómo? ¿qué meditemos como Cristo? ¿qué habrá querido decir con eso?” Pero luego recapacitamos un poco. Ocurre que siempre estamos intentando que Maharaj-ji nos diga cómo hacer, pero él jamás nos da instrucciones precisas sobre cómo abordar la práctica del yoga o la meditación. Y ahora va y suelta eso. Si lo ha dicho es porque sabe cómo meditaba Jesús, de modo que decidimos preguntárselo. ¡Qué emoción! ¡por fin íbamos a tener acceso a una enseñanza oculta!

Pasadas unas horas, Maharaj-ji se acercó a la parte de atrás del templo para compartir un rato con nosotros. Entonces alguien de nuestro grupo sacó aquel tema que a todos nos rondaba en la cabeza. “Has dicho que meditemos igual que Cristo, pero ¿cómo meditaba él?”

Parecía que Maharaj-ji estaba a punto de responder cuando en lugar de eso cerró los ojos y permaneció sentado, inmóvil y en absoluto silencio. Parecía como si hubiera desaparecido por completo. De todas las ocasiones en que he estado en su presencia, únicamente le he visto así, sentado e inmóvil, un par de veces más. La sensación era extremadamente poderosa, como si el universo entero se hubiera quedado en silencio. En ese momento, una lágrima empezó a deslizarse por su mejilla. Nos dejó boquiabiertos. Tras un par de minutos abrió los ojos y, visiblemente emocionado dijo en un tono muy quedo: “Jesús se fundía en el amor, así es como meditaba. Se hacía uno con el todo. Él amaba a todo el mundo, incluso a quienes le crucificaron. La realidad es que no ha muerto. Jesús es un Atman (alma eterna), y vive en los corazones de cada ser. Su meditación consistía en fundirse en el amor.”

Una vez más Maharaj-ji había dado en el clavo. Su respuesta me había dejado atónito. Nada había que deseara más que poder fundirme en el sentimiento de amor, pero no puedo estar más lejos de eso. Como dijo Kabir una vez: “Es fácil soportar el calor del fuego, y hasta posible caminar sobre el filo de la espada, pero sostenernos en el amor de manera invariable es de las cosas más difíciles que hay.”

--Krishna Das, en Cánticos de Vida


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