Do we Use Thought, or Does Thought Use us?

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Dada
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Image of the Week¿DOMINAMOS NUESTRO PENSAMIENTO, O ESTAMOS A SU MERCED?
Dada


¿Alguna vez has meditado acerca del mismo fenómeno del pensamiento? ¿de dónde sale y cómo éste nos afecta? ¿qué es lo que provoca que aparezca o desaparezca? ¿has pensado sobre el bucle de tensión y miedo en el que puede hacer que entremos causándonos sufrimiento?



Todos los pensamientos y emociones que albergamos consumen energía mental, y cada reflexión que hacemos bebe de nuestro torrente vital. Cada contenido psíquico está dotado de una determinada cantidad de valiosa energía. Malgastar constantemente tu energía funcionando de manera automática con los mismos patrones adictivos de pensamiento resulta decididamente estúpido e inútil. Tener tu mente funcionando permanente e indiscriminadamente, no solo consigue que derroches tu energía, sino que también produce agotamiento mental e invita a la aparición de enfermedades psicosomáticas.


Se necesitan muy pocos pensamientos para poder funcionar en nuestro día a día. No necesitamos recurrir a ellos sin una razón. Pensar no tiene por qué hacerse en automático.


Pero la verdad es que incluso cuando nos retiramos a dormir, el pensamiento no cesa. Durante el sueño sorprendentemente también hay maquinación. Nuestra mente no para de proyectar fantasías y miedos, dándole vueltas a aquellos deseos que aún no han sido satisfechos. La mente se embarca con entusiasmo y sin descanso en este juego, y la vida queda reducida así a una cadena de pensamientos.


Al igual que ocurre con el latido del corazón, la mente permanece activa a lo largo de toda la vida, creando afanosamente situaciones que después trata de resolver. En raras ocasiones estamos tranquilos, y jamás conseguimos un estado de relajación total. [...]


Te crees que eres tú quien domina tu mente, pero lo dudo. Es ella la que te domina a ti. Se apropia de tu fuerza vital, y lo hace en la medida en que te atrapa, te controla, te dice cómo has de emplearla y se impone sobre las personas y las cosas.


El fenómeno del pensamiento tiene una fuerza que absorbe, domina y agrede, entorpeciendo y mermando la fuente de la creatividad. El que seamos capaces de percibir sus límites, su acotado alcance y ordinaria naturaleza; sus patrones mecánicos e imperceptibles obsesiones, es llegar a verdaderamente comprender. Estamos hablando de empezar a despertar a la comprensión intuitiva.



El mundo está necesitando que adoptemos la fórmula que aporte una nueva dimensión a nuestra experiencia vital: eliminar el sesgo en nuestras percepciones; experimentar la existencia de manera inspiradora y alegre; vivir en paz y en libertad.


Si conseguimos que nuestra atención se vuelva introspectiva, aparecerá una nueva percepción. Ésta permitirá que conservemos nuestra libertad, independencia y unidad internas para espontáneamente funcionar como seres inspirados que somos. Entonces, desde nuestra misma respuesta humana veremos surgir una nueva fuente de energía. Será el nacimiento de una nueva comprensión libre de juicio que brotará desde dentro del corazón y se expandirá.


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