¿POR QUÉ HACER TRABAJO SOCIAL?
P: “Quiero hacer trabajo social, pero no sé cómo empezar.”
Krishnamurti: Creo que es muy importante que averigües no cómo empezar, sino por qué te ha aparecido ese deseo. ¿Por qué quieres hacer trabajo social? ¿Es porque percibes el dolor que el mundo sufre a causa de la hambruna, la enfermedad, la explotación, la brutal indiferencia hacia la gran desigualdad económica entre ricos y pobres, la hostilidad entre las gentes? ¿es esa la razón? ¿quieres involucrarte en labores sociales porque el amor que hay en tu corazón hace que desestimes tu propia satisfacción? ¿O utilizas la labor social como vía de escape para huir de ti mismo?
¿Entiendes? Si observas, por ejemplo, toda las miserias que hay en un matrimonio convencional, entonces dices: “nunca me casaré”, y en vez de eso te lanzas a realizar trabajo social; o quizá lo haces porque tus padres te han metido en ello, o porque albergas un ideal. Si es que lo usas como una vía de escape, o si simplemente persigues un ideal marcado por la sociedad, o por un líder, un sacerdote, o tú mismo, entonces tu participación en cualquier labor social únicamente hará que aumente el sufrimiento. Sin embargo, si tu corazón alberga amor, si lo que buscas es la verdad y eso te convierte en una persona genuinamente piadosa, si has dejado atrás tu ambición y la persecución del éxito, si tus méritos no buscan reconocimiento, entonces sí que con tu vida misma contribuirás a la transformación de la sociedad.
Creo que es muy importante que esto se entienda. Cuando somos jóvenes, como sois la mayoría de vosotros, queremos hacer algo, y el trabajo social es algo que está flotando en el aire; los libros hablan de él, los periódicos le hacen propaganda, hay centros para formar a trabajadores sociales, y así sucesivamente. Pero ves, sin auto reflexión, sin comprenderte a ti mismo y cómo te relacionas, cualquier labor social que realices se volverá profundamente decepcionante.
Quien contribuye a la transformación no es la persona con ideales, o que cobardemente escapa de sí misma, sino la persona que es feliz; y esa no tiene por qué ser rica. La persona verdaderamente piadosa es aquella que es feliz y cuya labor social es su propia vida. Pero si te conviertes únicamente en uno más de los innumerables trabajadores sociales que existen, tu corazón permanecerá vacío. Puedes regalar todo tu dinero, o convencer a otros para que aporten el suyo y conseguir cambios sorprendentes; pero mientras que tu corazón esté vacío y tu cabeza llena de teorías, tendrás una vida gris, aburrida y sin alegría. De modo que antes de nada, conócete a ti mismo para que del auto conocimiento resultante brote la acción correcta.
--J. Krishnamurti