Fool Realization

Author
Steve Bhaerman
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Image of the WeekPILLARLE EL PUNTO CÓMICO


En la tradición de la antigua Grecia, las tragedias eran representaciones teatrales de cuatro actos con un desenlace triste y dramático – un poco como las telecomedias de hoy en día, pero sin las risas enlatadas. Las comedias, por otra parte, contaban con un quinto acto durante el cual la circunstancia negativa o dramática con la que finalizaba el cuarto acto quedaba resuelta. De modo que… el añadido del quinto acto es lo que hace que la tragedia se convierta en comedia.

Otorgarle a la vida la cualidad de comedia parecería que va en contra el sentido común, pues muchos, muchísimos más seres humanos abandonan este mundo sufriendo que riendo. Y asumimos que el fin de la vida en la Tierra equivale al fin de la existencia. Sin embargo, según los científicos parecen haber descubierto el total de la existencia está sucediendo ahora, y nosotros en calidad de observadores, elegimos una determinada realidad - a través de lo que percibimos - sobre la base de nuestra necesidad de experimentarla. Visto así, no existe ni pasado ni futuro. Todo lo que alguna vez ha existido o existirá está teniendo lugar en este preciso momento.

Por otro lado, muchas de las personas que regresan a la vida después de una muerte clínica a menudo declaran haber tenido una experiencia parecida: han visto una brillante luz, han sentido un amor indescriptible, se han reencontrado con seres queridos o han visto entidades de naturaleza divina. ¿Son estas experiencias “reales”, o simplemente el resultado de la última reacción química que produce el cerebro antes de la muerte?

Por supuesto que nuestro paradigma actual basado en el materialismo científico nos empuja a creer que esas experiencias únicamente son el resultado de una reacción química. El caso es que nuestra tradición espiritual de miles de años nos cuenta otra cosa. Entre esos relatos contamos con una tragedia que en realidad es una comedia. El relato de la crucifixión de Cristo, de haber acabado ahí habría resultado ser una tragedia. Sin embargo con el añadido del quinto acto -la resurrección-, la tragedia quedó transformada en comedia. Independientemente de que hagamos o no nuestras las creencias que conforman la fe cristiana, ¿no crees que tiene su cosa que la vida de Cristo, quien es la máxima autoridad religiosa occidental, sea representada como una comedia? Y si ese es el caso ¿por qué no nos reímos?¿por qué no?

No nos reímos porque hemos sido aleccionados para concebir la vida como un asunto serio.

Posiblemente haya que atribuir el serio apuro en que el mundo se encuentra al hecho de que albergamos esa creencia. Para que lleguemos a soltar un “jaja” por haber entendido la parte de chiste que tiene la vida, y un “ahá” por haber despertado en medio de la broma cósmica, quizá necesitamos concebir la vida como un viaje hacia la comprensión de la comicidad que en sí encierra.

--Steve Bhaerman a.k.a. Swami Beyondananda, en “Despierta con una carcajada”


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