Alivio no Cura.
--por Anthony DeMello (Oct 06, 2003)
Espiritualidad significa despertar.
La mayoría de la gente, aunque no lo sepan, están dormidos. Han nacido dormidos, viven dormidos, se casan en mientras duermen, crían niños mientras duermen, mueren mientras duermen sin haberse despertado nunca. No llegan a entender el atractivo y la belleza de eso que llamamos existencia humana. Sabes que todos los místicos –Católicos, Cristianos, no Cristianos, no importa cuál sea su teología, no importa cuál sea su religión – son unánimes en una cosa: que todo está bien, todo está bien. Aunque todo sea un desastre, todo está bien. Extraña paradoja, sin lugar a dudas. Pero trágicamente, la mayoría de la gente nunca llega a ver que todo está bien porque están dormidos. Están teniendo una pesadilla.
El año pasado en la televisión española oí una historia sobre un hombre que llama a la puerta de la habitación de su hijo. “Jaime,” dice, “¡Levántate!” Jaime contesta, “No quiero levantarme, papá.” El padre le grita, “Levántate, tienes que ir al colegio.” Jaime dice, “No quiero ir al colegio.” “¿Porqué no?” pregunta el padre. “Por tres razones,” dice Jaime. “Primero, porque es muy aburrido; Segundo, porque los niños se burlan de mí; y tercero, porque odio el colegio.”
Y el padre le dice, “Bien, voy a darte tres razones por las que tienes que ir al colegio. Primera, porque es tu deber; segunda, porque tienes cuarenta y cinco años, y tercera, porque eres el director.” ¡Despierta, despierta! Ya has crecido. Eres demasiado mayor para estar dormido. ¡Despierta! Deja de jugar con tus juguetes.
La mayoría de la gente te dirá que quiere salir de la guardería, pero no les creas. ¡No les creas! Lo único que quieren hacer es arreglar sus juguetes rotos. “Devuélveme mi familia. Devuélveme mi trabajo. Devuélveme mi dinero. Devuélveme mi reputación, mi éxito.” Eso es lo que quieren; quieren que les sustituyan sus juguetes. Eso es todo. Incluso el mejor psicólogo te dirá eso, que la gente no quiere ser curado de verdad. Lo que quieren es sentirse aliviados; una cura es dolorosa.
--Anthony DeMello