From Me To We: True Love Is A Process Of Humility

Author
Thich Nhat Hanh
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Image of the WeekDe mí para nosotros: el amor verdadero es un proceso de humildad
--por Thich Nhat Hanh

Una comunidad de personas que caminan juntas por un camino espiritual tiene mucha fuerza; sus miembros pueden protegerse unos a otros, ayudarse unos a otros en todos los aspectos de la práctica y fortalecer la comunidad. Hay muchas cosas que nos resultan muy difíciles de hacer solos, pero cuando vivimos juntos como comunidad, se vuelven fáciles y naturales. Las hacemos sin cansarnos ni hacer un gran esfuerzo. La comunidad tiene una energía colectiva. Sin esta energía, la práctica de la transformación individual no es fácil.

Cuando vivimos juntos en comunidad, esta se convierte en un cuerpo, y cada uno de nosotros es una célula de ese cuerpo. Si no somos parte del cuerpo comunitario, estaremos aislados, hambrientos y necesitados, y no tendremos un ambiente adecuado para la práctica. Podemos visualizar el cuerpo comunitario como un bosque. Cada miembro de la comunidad es un árbol que se alza maravillosamente junto a los demás. Cada árbol tiene su propia forma, altura y cualidades únicas, pero todos contribuyen al crecimiento armonioso del bosque. Al mirar los árboles que se mantienen uno al lado del otro de esa manera, se puede sentir la belleza, la solidez y el poder de un bosque sagrado.

Nuestro organismo comunitario avanza por el camino de la práctica y sus ojos son capaces de dirigirnos. Los ojos de la comunidad son capaces de ver tanto los puntos fuertes como los puntos débiles de cada miembro de la comunidad. Por Los Ojos de la Comunidad nos referimos a la percepción y la visión del cuerpo colectivo de la comunidad, que incluye la visión y la visión de todos sus miembros, desde los más jóvenes hasta los mayores. Aunque la contribución de los conocimientos de todos es necesaria para que el conocimiento de la comunidad sea claro, no se trata simplemente de una simple suma de conocimientos individuales. La percepción colectiva tiene una fuerza, una sabiduría y una vitalidad propias que sobrepasan cualquier percepción individual. […]

La energía del cuerpo comunitario tiene la capacidad de protegernos y transformarnos. Como miembros de la comunidad, todo lo que tenemos que hacer es contribuir a esa energía. A esto se le llama construcción de comunidad. Es el trabajo más precioso que pueden realizar un monje, una monja o un laico.


Preguntas semilla para la reflexión: ¿Cómo te relacionas con la noción de que la construcción de comunidades es el trabajo más valioso que puede realizar un monje, una monja o un laico?
¿Puedes compartir una historia personal de alguna ocasión en la que pudiste apreciar la perspicacia y la visión del cuerpo colectivo de la comunidad? ¿Qué te ayuda a crear conciencia de que eres una célula del cuerpo comunitario?

En Juntos con alegría: el arte de construir una comunidad armoniosa.
 

In Joyfully Together: The Art of Building a Harmonious Community.


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