Pequeñas bondades
--por Danusha Lameris
He estado pensando sobre cómo, cuando caminas
por un pasillo lleno de gente, la gente se para
para dejarte pasar. O cómo los extraños todavía dicen "bendit@ seas"
cuando alguien estornuda, algo que viene
de la peste bubónica. “No te mueras”, estamos diciendo.
Y a veces, cuando se caen limones
de la bolsa de la compra, alguien te ayuda a
recogerlos.
Sobre todo, no queremos hacernos daño un@s a otr@s.
Queremos que nos entreguen nuestra taza de café caliente,
y decir gracias a quien la entregue. Sonreírl@s y que ell@s nos devuelvan la sonrisa.
Que la camarera nos llame “cariño” cuando deja el tazón de sopa de pescado,
y que el conductor de la camioneta roja nos deje pasar.
Ahora tenemos tan poco un@s de otr@s. Hasta aquí
de la tribu y el fuego. Sólo estos breves momentos de intercambio.
¿Y si son la verdadera morada de lo sagrado, estos
templos fugaces que hacemos junt@s cuando decimos: “Aquí,
toma mi asiento”, “Adelante, tú primero”, “Me gusta tu sombrero”.
Preguntas semilla para la reflexión: ¿Cómo te relacionas con la noción de que la pequeña bondad cotidiana que expresamos y recibimos podría ser la verdadera morada de lo santo? ¿Puedes compartir una historia personal de un momento en que te sentiste bendecid@ por una pequeña bondad? ¿Qué te ayuda a recordar la amabilidad en un breve momento de intercambio?
Derechos de autor 2019 Danusha Laméris. Publicado por primera vez en "Healing the Divide: Poems of Kindness and Connection" de Green Writers Press. Bonfire Opera (Prensa de la Universidad de Pittsburgh 2020).