El yo no es una cosa, sino un proceso
--por Thomas Metzinger
El cuerpo y la mente están en constante cambio. Nada en nosotr@s es realmente igual de un momento a otro. Sin embargo, el yo representa una experiencia fenoménica muy fuerte de igualdad, y está claro que esto es adaptativo o útil para un organismo biológico que necesita planificar para el futuro. Si quieres guardar algo de comida para el invierno o quieres ahorrar algo de dinero en tus cuentas bancarias o trabajar en tu reputación, es que estás planeando para tener éxito en el futuro, y no lo harías si no tuvieras un sentimiento muy fuerte de que va a ser la misma entidad la que obtenga la recompensa en el futuro. [...]
Así que, obviamente, en un contexto biológico o corporal, puede ser bueno tener esta experiencia de que todo esto, la cosecha de los frutos, le sucederá a la misma persona. Aunque, de nuevo, estrictamente hablando, en realidad nunca le sucede a la misma persona, pero tampoco es cierto que no haya nadie allí. Por supuesto, hay una similitud suficiente en el tiempo. No cambiamos arbitrariamente y es una especie de flujo. Me gusta mucho la imagen que usó una vez el filósofo Ludwig Wittgenstein.
Dijo que podrías tener una cuerda, una cuerda larga hecha de hilos muy diferentes de diferentes colores. Y que ningún hilo, ni el rojo, ni el azul, ni el verde, atravesaría toda la longitud de la cuerda. Sin embargo, la cuerda podría ser muy robusta, fuerte y estable, aunque no haya un solo hilo que la atraviese de principio a fin. Creo que es una buena imagen de cómo somos tanto a nivel corporal, como a nivel psicológico.
A pesar de esto, contamos con sólidas experiencias de autonomía y autodeterminación. Tenemos la experiencia de controlar nuestro comportamiento, y también tenemos una experiencia de autodeterminación mental, controlando nuestra atención, nuestro estado mental y todas estas cosas. Como muestra la ciencia moderna, estas experiencias pueden no ser completamente verídicas, sino simplemente adaptativas. Puede ser funcional tener la sólida experiencia de que tienes el control, pero desde la perspectiva de la tercera persona de la ciencia, parece que tales experiencias pueden no reflejar la verdad de nuestra naturaleza. El yo no es una cosa, sino un proceso.
Preguntas semilla para la reflexión: ¿Cómo te relacionas con la noción de que el “tú” que toma la decisión y el “tú” que recibe el resultado pueden no ser lo mismo? ¿Puedes compartir una historia personal de un momento en el que te diste cuenta de que tu maquillaje cambiaba constantemente, al mismo tiempo que sabías que había alguien detrás del cambio? ¿Qué te ayuda a conciliar el hecho de que tus experiencias en realidad no le están sucediendo a la misma persona y al mismo tiempo no es cierto que no haya nadie allí?
De: https://deconstructingyourself.com/what-is-the-self-metzinger.html