Filas de maíz uniformes en aislamiento de alta tecnología
--por Robin Wall Kimmerer
Vivo en la exuberante y verde zona rural del norte del estado de Nueva York, en una pequeña ciudad que probablemente tiene más vacas que personas. La mayoría de las personas que conozco cultivan algo: manzanas, lúpulo, uvas, patatas, bayas y mucho maíz.
Mientras llevo mis semillas al jardín, recuerdo que fueron un regalo de los “protectores del patrimonio de semillas”, mis amigos de la granja de la Nación Onondaga, a unas cuantas colinas de distancia. Esta variedad es tan antigua que acompañó a nuestra gente de Potawatomi en la gran migración desde la costa este a los Grandes Lagos. Sosteniendo las semillas en la palma de mi mano, me viene el recuerdo de confiar en que la semilla cuidará de la gente, si nosotr@s cuidamos de la semilla. Estos granos son un vínculo tangible con la historia, la identidad y la continuidad cultural frente a todas las fuerzas que intentaron borrarlos. Canto a las semillas antes de ponerlas en el suelo y les ofrezco una oración. Las mujeres que me dieron estas semillas hacen que sea una práctica el hecho de que todas las semillas bajo su cuidado sean tocadas por manos humanas. En la cosecha, el descascarillado, la clasificación, cada una siente el tierno respeto de su compañero, el humano.
Mi vecin@ compró sus semillas al distribuidor. Son una nueva variedad de OMG (Organismo Modificado Genéticamente) que no se puede guardar ni replantar y que se debe comprar cada año. A diferencia de mis semillas de muchos colores, las suyas son de color dorado uniforme. Se sembrarán con el aroma del diesel y la canción de engranajes de molienda. Sospecho que esas semillas nunca han sido tocadas por un humano, que solo son manejadas por máquinas. No obstante, cuando las semillas están en el suelo y la suave lluvia de primavera comienza a caer, sospecho que mi vecin@ mira hacia el cielo y ora. Los dos retrocedemos y observamos cómo se despliega el milagro.
A medida que avanza la primavera, los brotes de maíz de mi vecino trazan líneas verdes brillantes contra el suelo oscuro, dibujando los contornos de la tierra, como líneas isoclinas en un mapa topográfico vivo. Su uniformidad hipnótica hace que parezca que fue plantada por una máquina,y por supuesto así fue. Sonrío ante la desviación ocasional donde las líneas se desvían unos metros. Tal vez el conductor se distrajo con un mensaje de texto entrante o se desvió para evitar una marmota. Su distracción se escribirá en la tierra durante todo el verano, un elemento bienvenido de la humanidad en el paisaje de una fábrica de alimentos.
Mi jardín se ve diferente. La palabra "simetría" no tiene sentido aquí, donde los montículos de tierra se palean en parches. Estoy plantando de la forma en que me enseñaron, utilizando una brillante innovación generada por la ciencia indígena: la policultura de las Tres Hermanas. Planto cada montículo con tres especies, maíz, alubias y calabacines, no de forma caprichosa, sino con las variedades correctas en el momento adecuado. Esta maravilla de la ingeniería agrícola produce más nutrición y más alimentos de la misma área que el monocultivo con menos trabajo, lo que aprecian mis hombros cansados. A diferencia del monocultivo de mi vecin@, la plantación de Tres Hermanas aprovecha su naturaleza complementaria, por lo que no compiten, sino que cooperan. El maíz proporciona una escalera frondosa para que las alubias trepen, obteniendo acceso a más luz y polinizadores. A cambio, las alubias fijan el nitrógeno, que alimenta al exigente maíz. La calabaza con sus hojas grandes sombrea el suelo, manteniéndolo fresco y húmedo al tiempo que suprime las malezas. Este es un sistema que produce un rendimiento y una nutrición superiores y no requiere herbicidas, ni fertilizantes adicionales ni pesticidas, y sin embargo, se llama tecnología primitiva. Me lo quedo.
Al otro lado del valle, las filas de maíz uniformes en su aislamiento de alta tecnología me parecen solitarias.
Preguntas semilla para la reflexión: ¿Cómo te relacionas con el tipo de agricultura descrito por el autor donde existe una relación personal entre el ser humano y la semilla? ¿Puedes describir un momento en que pudieras ver una profunda sinergia entre las formas de vida que compiten por los mismos recursos? ¿Qué te ayuda a descubrir tecnología como 'Plantar con Tres Hermanas' en tu propio trabajo?
Extraído del ensayo, El maíz sabe mejor en el sistema de honor.