El truco está en seguir viendo
por Pema Chodron
(La palabra tibetana shenpa) se suele traducir como “apego”, pero una traducción más descriptiva podría ser “enganchado”. Cuando shenpa nos engancha, es probable que nos atasquemos. Podríamos decir shenpa “ese sentimiento pegajoso”. Es una experiencia del día a día. Incluso una mancha en nuestro jersey nuevo nos puede llevar allí. En el nivel más sutil, sentimos un endurecimiento, una tensión, algo que se cierra. Luego tenemos un sentimiento de retirada, no queriendo estar donde estamos. Esa es la cualidad de enganchar. Ese sentimiento ajustado tiene el poder de engancharnos en la auto-denigración, la culpa, la ira, los celos y otras emociones que llevan a palabras y acciones que terminan envenenándonos.
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Practicando con el shenpa, primero tratamos de reconocerlo. El mejor lugar para hacer esto es el cojín de meditación. La práctica de estar sentado nos enseña a abrirnos y relajarnos ante todo lo que venga, sin coger ni elegir. Nos enseña a experimentar el desasosiego y la necesidad al completo, y a interrumpir el momento que suele seguirles. Hacemos esto no siguiendo nuestros pensamientos y aprendiendo a volver al momento presente. Aprendemos a estar con la ansiedad, la tirantez, los picores del shenpa. Entrenamos a sentarnos en quietud con nuestro deseo de rascarnos. Así es como aprendemos a detener la cadena de reacciones de patrones habituales que de otra manera guiarán nuestras vidas. Así es como debilitamos los patrones que nos mantienen colgados del malestar que confundimos con comodidad. Etiquetamos el pensamiento derivado y volvemos al momento presente.
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Podríamos pensar en este proceso en estos términos: reconocer el shenpa, abstenerse de rascarse, relajarse en la subyacente necesidad de rascarse y después decidir continuar rompiendo nuestros patrones habituales como este durante el resto de nuestras vidas. ¿Qué haces cuando no haces lo habitual? Te quedas con tu impulso. Así es como llegas a estar más en contacto con tu antojo y las ganas de moverte. Aprendes a relajarte con ello. Entonces decides seguir practicando de este modo.
Trabajar con shenpa te ablanda. Una vez que vemos que estamos colgad@s y cómo somos arrastrad@s por el ímpetu, no hay forma de ser arrogantes. El truco está en seguir viendo. No dejes que el ablandarse y la humildad se conviertan en auto-denigración. Eso es otro enganche. Porque hemos estado fortaleciendo toda la situación habitual durante mucho mucho tiempo, no podemos deshacerlo de la noche a la mañana. No es un asunto que se resuelva en un momento. Necesita bondad amorosa para reconocerlo, necesita práctica para contenerse; necesita voluntad para relajarse; necesita determinación para seguir entrenando de esta forma. Ayuda recordar que tenemos que experimentar dos billones de tipos de picores y siete cuatrillones de tipos de rascados, pero sólo hay una raíz de shenpa—el ego pegajoso.
Sobre la autora: Pema Chödrön es ampliamente conocida por su convincente y “con los pies en la tierra” interpretación del Budismo Tibetano para audiencias occidentales.
Pema estudió con el maestro de meditación Chö​gyam Trungpa Rinpoche y es profesora residente en Gampo Abbey, Nueva Escocia, el primer Monasterio Tibetano para Occidentales.El pasaje de arriba viene de un artículo más largo
Pema Chödrön is widely known for her compelling and down-to-earth interpretation of Tibetan Buddhism for Western audiences.
Pema studied under the meditation master Chö​gyam Trungpa Rinpoche and is now the resident teacher at Gampo Abbey, Nova Scotia, the first Tibetan monastery for Westerners. The passage above comes from a longer article.