Why Are We Running Out of Time?

Dic-28-2015
¿Porqué nos estamos quedando sin tiempo?
--por Jacob Needleman

La tecnología en si misma no es la causa de nuestro problema de tiempo. Su influencia en nuestras vidas es un resultado, no una causa-- el resultado de un proceso de aceleración que no vemos y que está teniendo lugar en nosotros mismos, en nuestro ser interior. Tanto si señalamos al efecto de la comunicación tecnológica (como el correo electrónico) con su tiranía de comunicación instantánea; o a la computerización, y por tanto a la mentalización de tantas actividades humanas que anteriormente requerían al menos algo de participación de nuestra presencia física; o a alguna de las innumerables transformaciones de la vida humana que están siendo ocasionadas por las nuevas tecnologías, el elemento esencial a reconocer es cuánto de lo que llamamos progreso va acompañado por el hecho de que los seres humanos necesitan menos y menos atención consciente para realizar sus actividades y guiar sus vidas.

El poder real de la facultad de la atención, desconocido para la ciencia moderna, es una de las medidas indispensables y más centrales de la humanidad. – de ser un hombre o una mujer-- y ha sido entendida así, en muchas formas y símbolos, en el fondo de todas las grandes enseñanzas espirituales del mundo.

Los efectos de una tecnología que avanza, por toda la promesa material que ofrece al mundo (junto con los peligros, por supuesto) no es más que la ola más reciente en una civilización que, sin reconocer lo que estaba haciendo, ha puesto la satisfacción del deseo por encima de cultivar el ser. El profundo sentido de muchas reglas de conducta y principios morales del pasado – muchos de los cuales han sido abandonados sin que llegásemos a entender sus raíces reales en la naturaleza humana – implicaba el cultivo y el desarrollo del poder de atención exclusivamente humano y su acción sobre el cuerpo, corazón y mente del hombre. Estar presente, presente de verdad, es tener atención consciente. Esta capacidad es la llave de lo que llamamos ser humano.

No es, sin embargo, la rapidez del cambio de por si la fuente de nuestro problema de tiempo. Es el hecho metafísico de que el ser del hombre está decreciendo. En el mundo y en uno mism@, el tiempo está desapareciendo porque hemos perdido la práctica de habitar conscientemente nuestra vida, la práctica de la atención consciente a nosotr@s mism@s mientras manejamos nuestra vida.
Por Jacob Needlman, sacado de “El Tiempo y el Alma”