Kindness Includes Everything

Author
George Saunders
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Image of the WeekLA AMABILIDAD SE PRACTICA CON TODO
George Saunders


De lo que más me arrepiento en mi vida es de las veces en que me abstuve de mostrarme amable. Aquellas ocasiones cuando tuve a otro ser humano frente a mí, pasándolo mal, y reaccioné … con sensatez, con reserva, con indiferencia.


Podemos examinarlo desde el otro extremo del telescopio: ¿a qué personas en tu vida recuerdas con más cariño, con una calidez que no deja lugar a dudas? Apuesto a que son aquellas personas que se portaron mejor contigo. Quizá suene un tanto frívolo, y desde luego que su práctica no es nada fácil, pero yo diría que como propósito en la vida, no estaría mal que intentáramos ser más amables.
Ahora viene la pregunta del millón: ¿Qué nos pasa? ¿Por qué no somos más amables?


Lo que yo pienso es que cada uno de nosotros nace con una serie incorporada de creencias erróneas, que seguramente tienen su origen en Darwin. Se trata de las siguientes: (1) que somos el centro del universo (es decir, que lo que nos pasa a nosotros es lo que más nos interesa e importa; en realidad es lo único que nos importa; (2) que vivimos separados del resto del universo (aquí estamos los norteamericanos, y ahí fuera todo lo demás, todos esos deshechos: perros y columpios, el Estado de Nebraska, las nubes bajas y, ya sabes, esa otra gente); y por último (3) que estaremos aquí por siempre jamás (claro que la muerte existe, por supuesto: pero para ti, no para mí).



Bueno, no es que auténticamente nos creamos todo eso – la razón nos dicta otra cosa – pero sí que nuestro funcionamiento visceral opera desde estas creencias. Ellas son las que hacen que antepongamos nuestras necesidades a las de los demás; y lo hacemos a pesar de que en el fondo de nuestro corazón, lo que de verdad deseamos es actuar de manera menos egoísta, estar más presentes, y ser más tolerantes y amorosos.



Así que la segunda pregunta del millón es esta: ¿Cómo se HACE eso? ¿Cómo podemos dejar de desvariar y volvernos más amorosos, más tolerantes, menos egoístas, más presentes, etc., etc.?
Pues sí, es una buena pregunta. Lamentablemente solo dispongo de tres minutos para responderla.



Así que simplemente os diré esto: hay algunas cosas que ayudan. Vosotros ya lo sabéis, porque en vuestra vida habéis pasado por periodos en los que os sentíais rebosantes de amabilidad, y otros en los que la amabilidad brillaba por su ausencia; y sois conscientes de cuáles eran las cosas que os llevaban en una dirección, alejándoos de la otra. Cosas que favorecen que se manifieste: implicarnos en algún aprendizaje; quedarnos fascinados por una obra de arte; orar, meditar; una conversación sincera con un amigo/a; abrazar alguna tradición espiritual – y reconocer que antes que nosotros hubo muchísimas personas de gran sabiduría que, habiéndose planteado estas mismas cuestiones, nos dejaron algunas respuestas.



Porque la amabilidad es una práctica que no deja de ser un reto: se empieza con las cosas fáciles – con los arcoíris y los cachorritos - y se va ampliando hasta practicarla … en fin, con todo.
 

Commencement speech given by author George Saunders at Syracuse.


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